El complejo arquitectónico aprovecha el emplazamiento en esquina y es compuesto por una serie de volúmenes ortogonales superpuestos que se desplazan en altura hacia el centro del terreno, acomodándose amablemente a la ciudad. La jerarquización volumétrica empieza con una amplia plataforma horizontal de ingreso, una torre mediana adherida a la principal y la torre central de 22 niveles, que destaca sobre los bloques de menor pisos de altura. De este modo, el cuidado y manejo de las diversas escalas del proyecto permite mantener la monumentalidad de la edificación sin perjudicar la experiencia peatonal: “La doble visión del edificio, de lejos y de cerca, desde fuera y desde dentro, deja la sensación de haber sido ambas muy bien manejadas. Este proyecto, por la precisión de su planteamiento, logra algo difícil de conseguir: la escala monumental no se contradice con la escala humana”(Bonilla Di Tolla, et al., 2009, p. 388).
Es por ello que, el diseño de los primeros niveles cobra un rol de gran importancia, logrando un interesante juego de alturas y amplios espacios destinados a las áreas públicas. En ellas se encuentran los auditorios, las salas de exposición y las áreas de atención al público. De igual importancia, las plazas interiores cumplen el rol de conectar los espacios a desnivel con el estacionamiento y sus fuentes en la primera planta. Por el contrario, los niveles superiores mantienen una escala mas controlada al ser destinados a oficinas, las cuales rematan en lo alto con el directorio de la empresa.