Arnau Rovira es un fotógrafo que llegó a Turkmenistán por accidente. Desde Barcelona, nos recuerda la historia de como terminó en su capital, Asjabad, acompañando a periodistas deportivos para los Juegos Asiáticos de 2017. Este país en Asia Central, una antigua colonia de la URSS, no solo es reconocido por sus fuertes restricciones de acceso y control sino por sus obras blancas y doradas que inventan una ciudad futurista cerca de la frontera con Irán.
“Desde tiempo atrás, el ex-presidente Gurbangulí Berdimujamédov tuvo un afán por ganar récords Guinness y buscó construir el mayor número posible de edificios de mármol blanco”, nos dice Arnau Rovira. Esto soportado con las riquezas del país – una de las mayores reservas de gas del mundo – que seguramente lo pondrán próximamente en el ojo de la prensa mundial. “Contar la realidad que sucede ahí, a través de la arquitectura, me parece interesante”.