Forbes | El nivel de tecnología con el que contará la torre de control del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que tuvo un costo aproximado de 600 millones de pesos, se puede describir con base en un problema que afecta cotidianamente las operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM): los bancos de niebla.
En un recorrido por las instalaciones de tráfico aéreo del nuevo aeropuerto, sus controladores explicaron que los radares, sistema de iluminación y aterrizaje con autoayudas permitirán que los aviones puedan aterrizar, aun en condiciones de poca visibilidad, y que esta no sea una razón para detener las operaciones del AIFA como ocurre, algunas veces por horas, en el AICM.
Forbes México constató que la torre de control del AIFA, de poco más de 88 metros de altura y que presume ser la más moderna de América Latina, contará con diversos instrumentos que permitirán a los controladores de tráfico aéreo así como a los pilotos de las aeronaves realizar aterrizajes y despegues seguros aun cuando las condiciones climáticas y de visibilidad no sean las idóneas.