La seda como material de construcción. Si entendemos la estructura de la tela como la armadura de un forjado, la rigidizamos y la plegamos podemos conseguir una superficie autoportante de una esbeltez y ligereza extraordinarias. Si además este elemento se forma en un molde, conseguiríamos hacer un elemento prefabricado modular que al mismo tiempo es estructura y cerramiento con un sistema de montaje sencillo y de gran versatilidad. La seda es una de las fibras naturales más resistentes y a misma sección es cuatro veces más resistente que el acero. Esto nos proporciona un tejido que, una vez rigidizado, tendría unas posibilidades estructurales cuantificables. También la ligereza de la seda es otra de las cualidades que nos interesa y que nos lleva a conseguir el binomio resistencia-ligereza buscado.