El telón de fondo del proyecto es la famosa Plaza Shenzhen-Hong Kong, también conocida como el Cinturón Verde. La planta baja está diseñada para abrirse por completo creando una gran sala de estar urbana, y las torres se encuentran conectadas gestualmente a través del plano terrestre con el famoso puente aéreo “cinturón verde” junto a un centro comercial ubicado en las cercanías. Esto crea una red peatonal con múltiples transiciones, que en última instancia conduce al paseo marítimo de Qianhai Bay. Los espacios públicos en esta misma planta baja incluyen un anfiteatro, espacios sociales a la sombra de los árboles y un bar debajo del porche, todos ubicándose debajo de la copa de los árboles y los voladizos del edificio.
En respuesta a cuestiones climáticas y de sostenibilidad, las fachadas este y oeste de la torre de oficinas cuentan con células fotovoltaicas integradas en ellas. Además, esta torre está diseñada como una fachada de cavidad cerrada de doble piel, buscando dar una respuesta al clima local. Cada apartamento en el esquema tiene entradas de ventilación que se pueden operar a través de los marcos de las ventanas individuales, fomentando y permitiendo una ventilación natural eficiente. A su vez, el agua de lluvia se recoge a través de los muros cortina inclinados y se utiliza para el mantenimiento de los espacios públicos.
Las terrazas en cascada del proyecto continúan desde la planta baja hasta la cubierta y se encuentran repletas de exuberante vegetación. Una vez en la azotea, los residentes y usuarios del edificio pueden disfrutar de una vista panorámica de toda la bahía de Qianhai. El contraste de los crecientes verdes y el vidrio elegante evidencia aún más el cambio de brillo sutil con el paso del día.