En 2018, Harare, capital de Zimbabue, no estaba disponible en Google Street View. Una gerente de producto de Silicon Valley de Zimbabue, Tawanda Kanhema, decidió cambiar eso ofreciéndose como voluntaria para llevar el equipo de Google Street View para mapear Harare y lo que más tarde se convertiría en 3200 kilómetros de su país de origen. Es un triste reflejo de la inaccesibilidad digital. Kanhema, por ejemplo, tuvo que financiar él mismo el proyecto de mapeo, y Google no paga a los contribuyentes por el contenido de Street View que envían.
Como componente de Google Maps, Google Street View replica naturalmente la forma en que funciona Google Maps – el motor es la rentabilidad empresarial extraída de los ingresos publicitarios. Estos ingresos permiten que Google Maps sea gratuito, pero la otra cara de la moneda es que en realidad alcanza casi un monopolio en el que no todas las ciudades se consideran igualmente dignas de documentación. Aunque Tawanda Kanhema comenzó a mapear Harare después de intentar mostrarle a una amiga la casa de su infancia, hay muchos profesionales y entusiastas del diseño interesados en investigar o realizar una intervención espacial en Harare que tampoco han podido obtener datos cartográficos fotográficos útiles de la ciudad.