En asociación con el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación (UNITAR), la UNESCO está monitoreando los sitios dañados a través de imágenes satelitales. Al mismo tiempo, la organización está en contacto con miembros de la sociedad civil y profesionales de la cultura, quienes ayudan a evaluar el impacto en las instituciones culturales. Además, museos como el Museo Nacional de Lviv han desmantelado sus exposiciones y las obras de arte se han trasladado a lugares subterráneos. Los civiles también están participando en estos esfuerzos, ayudando a proteger estatuas centenarias.