Archdaily | Mónica Arellano – De manera periódica, hemos sido testigos de cómo las costas de las costas en Quintana Roo han sufrido fuertes plagas de sargazo lo cual representa un problema importante para los habitantes locales quienes año con año se han dedicado a limpiar las playas exhaustivamente durante la temporada de abril-agosto. Diversos medios han comentado que la causa del sargazo es aún desconocida sin embargo, algunas teorías lo relacionan al cambio climático y a los cambios del Océano Atlántico. Actualmente, la Organización No Gubernamental, Red de Monitoreo del Sargazo de Quintana Roo, realiza un monitoreo de la presencia del sargazo en Quintana Roo y, de acuerdo con su más reciente semáforo, hay 22 puntos con excesiva presencia de esta macro alga, el mismo número considerada como abundante.
Durante la temporada del año 2018, se habían retirado cerca de 60 toneladas se sargazo de las costas y los locales se preguntaron cómo invertir este fenómeno natural para utilizarlo a su favor. Seis años antes, esta pregunta llevó a Omar Vázquez Sánchez a fundar Blue-Green de Puerto Morelos, una empresa que demostró la utilidad del sargazo como biomaterial en el sector de la construcción erigiendo –en tan solo 15 días–, una casa con bloques hechos a base de adobe y sargazo. Esta mezcla fue sometida a pruebas de resistencia por parte de la UNAM y demostró ser capaz de resistir fuertes sismos y vientos de huracán.