Además del estudio de los molinos de viento, Smeaton llevó a cabo una de las grandes construcciones del momento, en lo que a Ingeniería Civil se refiere. Fruto de su incorporación a la Royal Society en 1753, le fue concedida la construcción del faro de Eddystone.
Si bien durante su carrera ya había llevado investigaciones en este sentido, estudiando la dilatación de determinados materiales utilizados para la construcción, es en este proyecto en el que “empleó un material de su invención, bautizado como “concreto” o “cal hidráulica” –cemento Portland-. Se trata de una especie de hormigón de gran dureza y resistencia, resultante de la combinación de cal con otros materiales, como arcilla, arena y escoria de hierro machacada. Además, empleó una nueva técnica de colocación de los bloques de granito, con lo que levantó una construcción de impresionante solidez, que estuvo en pleno rendimiento desde mediados del siglo XVIII hasta finales de la centuria siguiente, cuando fue desmontado para ser parcialmente reconstruido en Plymouth” (MCN Biografías).
Dada su trayectoria, Smeaton quiso desligarse de los Ingenieros Militares de la época, instaurando en Londres, en 1771, la Sociedad de Ingenieros Civiles. Prueba de su destacado papel en la profesión es, además, el paso de convertirse en el primer Perito Judicial de la historia de Inglaterra, asistiendo como experto a un juicio en 1782.
Además de sus inventos en el campo de la Construcción, Smeaton contó con una prolífica carrera también en la Ingeniería Mecánica. A su trayectoria corresponde la invención del eje de hierro para las ruedas hidráulicas y un motor impulsado por agua.
El padre del cemento Portland y responsable del término Ingeniero Civil falleció en su pueblo natal, Austhorpe, en 1792, con 68 años.