Archdaily | Eduardo Souza – Si en sus inicios observábamos el concepto como una posibilidad lejana para el futuro o con ejemplos a pequeña escala, en los últimos años hemos observado edificios enteros impresos y la producción de volúmenes cada vez más complejos. Desarrollada mediante la lectura de un archivo informático, la fabricación se realiza mediante fabricación aditiva con hormigón -u otros materiales de construcción- y presenta numerosas dificultades para proporcionar un proceso eficiente que permita generalizar la técnica constructiva. El pabellón impreso por el consorcio De Huizenprinters, por ejemplo, ilustra bien este proceso.
El proceso comenzó en 2018 con las pruebas iniciales de desarrollo para la fabricación aditiva robótica. Según el equipo, “en ese momento, todavía tenían poco conocimiento de robótica y una combinación de materiales que solo podía apilarse 30 centímetros de alto antes de colapsar”. El consorcio está formado por la empresa constructora Heilijgers BV, el proveedor de hormigón Van der Kamp BV, los especialistas en innovación de Blueways y la comunidad innovadora creativa De WAR. Además de los ya mencionados, Jelle Feringa y Summum Engineering también participaron en el proyecto, proporcionando diseño estructural, modelado paramétrico e ingeniería.