Abandonada, ocupada, la casa había sufrido muchas modificaciones a lo largo de los años. La intervención ha sido cuidadosa en términos matéricos y conceptuales, basándose en las existencias para adecuar la vivienda al siglo XXI.
A este fin se reubicó la escalera, creando una triple altura con luz cenital en la entrada, una dilatación vertical que organiza circulaciones mientras casa las geometrías y ejes de la casa primaria. Este gesto de verticalidad permite la ventilación natural a modo de chimenea.